sábado, 13 de febrero de 2016

Los superhéroes y el yoga

Hacía ya tiempo que veía una correlación fantástica entre la búsqueda del talento en la escuela y los superhéroes y superheroínas que son (SIEMPRE), nuestros educandos.

Se podía trabajar en el aula de una manera muy interesante a través de la asignatura de valores: creo que es importante hacer ver a los niños que todos tenemos tanto debilidades como superpoderes, o talentos...cosas que se nos dan bien y nos "salen de dentro". Va un poco en la línea de la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner. ver aquí

Así, y aprovechando que el Carnaval andaba cerca... (¡toma!), sugerí en el claustro de mi colegio que montásemos un "Casting de Superhéroes" para celebrar el Carnaval. Fue toda una experiencia porque los niños debían crear un superhéroe de su invención, según las necesidades contemporáneas. Vimos algunos tan maravillosos como las chicas del reciclaje, Súper Colores, Súper Tolerancia, Súper Tacones...¡hasta estuvo por allí Súper Félix Rodríguez de la Fuente!

Lo pasamos bomba, pero lo que yo venía a contar era cómo trabajé en clase estos valores. En este caso utilicé el Yoga Infantil, del que soy profesora hace 3 años y que cada vez que puedo integro en el aula. 

Después de haber hablado de lo que se nos daba bien hacer a cada uno, nos dispusimos a empezar una sesión de yoga con movimientos articulares para calentar nuestro cuerpo y lubricar bien todas las articulaciones. También empezamos a conectar con nuestra respiración

Después de practicar el Saludo al Sol, vinyasa que ya conocen muy bien, les hablé de la importancia que tiene enraizarnos bien a la Tierra con nuestros pies, y es que en yoga no se puede empezar la casa por el tejado, y el ásana se construye por los cimientos. Calcamos para ello las plantas de nuestros pies y dibujamos las cuatro esquinas mágicas en las que éstos se apoyarán. 
Pudimos comprobar que si ejercíamos la presión adecuada con nuestros pies sobre la esterilla, ganábamos mucha firmeza, porque además nuestra columna vertebral se encontraba bien erguida. Así, posturas de equilibrio que los niños ya conocían, como Tadasana (la palmera o montaña), o Vrkasana (el árbol), resultaban mucho más fáciles.

El otro superpoder que descubrimos era un poder inherente a todos los seres humanos, pero bastante olvidado: la respiración. Si inhalamos y espiramos correctamente, a través de la nariz, ya estamos mejorando nuestra forma de respirar, pero cuando queremos calmarnos, debemos conectar con nuestra respiración abdominal. Los niños ya conocen el diafragma porque el curso pasado estudiamos el cuerpo humano ver aquí, y saben que cuando implicamos al músculo diafragma en la respiración, nuestro vientre se hinfla un poco, pero los niños necesitan aprender haciendo, y una buen ejercicio es ponerles un pequeño muñeco o peluche sobre la barriguita mientras están en Savasana (postura del muerto, o decúbito supino), de manera que su "amiguito" asciende y pueden verlo durante la fase de inhalación, y desaparece al soltar el aire.

Después de ello, como salvar el mundo siempre es más fácil entre dos, tuvieron tiempo para inventar sus propias poses en pareja. Ahí hubo de todo, pero la del velero les encanta.

 Acabamos la sesión con un ratito de relajación y una gran sonrisa de satisfacción en nuestras caras. Creo que la más grande de todas era la mía... Sin duda me fui de allí aquel día viendo reforzada en mi conciencia una idea muy importante:





 ... I teach. What's your superpower?



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